miércoles, 18 de febrero de 2015

Apoyo para el examen

Como apoyo para el examen del próximo viernes 20 de febrero de 2015, os propongo que leáis y analicéis los siguientes textos, atendiendo a sus rasgos estilísticos e identificando la estética de cada autor:

SONETO XIII

 A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu’el oro escurecían;

     de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo ’staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.

     Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.

     ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

Garcilaso de la Vega

Canciones del alma que se goza de haber
llegado al alto estado de la perfección,
que es la unión con Dios, por el camino
de la negación espiritual. 

1. En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!

6. En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

8. Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

San Juan de la Cruz

viernes, 13 de febrero de 2015

Indicaciones para el examen

El examen de la Unidad Didáctica 10 será el próximo viernes 20 de febrero de 2015. Algunos aspectos que debéis tener en cuenta son:

PRIMERO. El examen tiene carácter teórico-práctico y constará de 5 preguntas: 
  • A partir de un texto de uno de los autores estudiados tendréis que responder a tres preguntas teóricas con un valor máximo de 6 puntos (2 puntos cada una). 
  • La cuarta pregunta consistirá en la aplicación práctica de algunos términos lingüísticos (relaciones semánticas, morfología, fonética y fonología, etc.) y tendrá un valor máximo de 1 punto.
  • La quinta pregunta consistirá en el análisis sintáctico de una o varias oraciones de diferente dificultad, con un valor máximo de 3 puntos.
SEGUNDO. Se restarán 0,25 puntos por cada falta de ortografía, sin que haya un máximo de penalización.

TERCERO. La fecha límite de entrega de las actividades, de carácter obligatorio, será el último día de clases antes del examen. Es decir, en este caso tenéis hasta el miércoles 18 de febrero de 2015 para hacer entrega de vuestras actividades. Recordad que se valorará positivamente la presentación, por lo que tratad de entregar los trabajos con una presentación adecuada.

CUARTO. Un consejo: no estudiéis de memoria. Practicad el comentario de textos y tratad de reconocer las características estudiadas recurriendo a los textos.


martes, 10 de febrero de 2015

Actividad final

Como actividad final, para este tema os propongo dos opciones: una analítica y una creativa.

La opción A consistirá en escoger un poema de uno de los autores vistos durante esta Unidad Didáctica y elaborar un comentario personal que atienda a los siguientes aspectos:

-El estilo y la métrica
-La temática
-Contextualización de la obra en la trayectoria poética de su autor
-Actualidad del texto
-Opinión personal

La extensión será de máximo 2 páginas en formato A4, con letra de cuerpo 12 e interlineado sencillo. No olvidéis incluir el texto comentado, así como la referencia exacta.

La opción B consistirá en escribir, imitando el estilo renacentista, un soneto de temática libre que reúna las características formales propias de la estrofa. Esta actividad tiene mayor dificultad y, por tanto, se valorará positivamente la participación del alumno. 

En ambos casos la actividad tiene carácter obligatorio y formará parte de la calificación final de la unidad. Se premiará la originalidad y la calidad de la escritura, tanto en el comentario personal como en la actividad de creación literaria.

El plazo para entregar este último trabajo finaliza el último día de clase antes del examen. No se admitirán entregas posteriores a dicha clase.


lunes, 9 de febrero de 2015

Actividad 5: La poesía de Fernando de Herrera

Lee el siguiente soneto de Fernando de Herrera y, según lo visto acerca de su estética manierista, establece cuáles son los temas del poema y los rasgos fundamentales de su estilo.

XXVIII

Largos, sutiles lazos esparcidos
por el rosado cuello y blanca frente;
dorada diadema, ardor luciente,
llenos de mis despojos ofrecidos;

   tiernos y bellos ojos encendidos,
rayos de amor, por quien mi pecho siente
la herida inmortal que llevo ausente
abrasada mi fuerza y mis sentidos;

   dichoso yo, que merecí cadena
de vuestras ricas hebras, y la llama  
que de voz procedió en estos mis ojos.

   ¡Oh, si pudiera acrecentar la pena
y avivar más el fuego que me inflama,
para daros debidos los despojos!

Fernando de Herrera

domingo, 8 de febrero de 2015

La escuela sevillana: Fernando de Herrera

Hasta ahora hemos visto que la renovación de la lírica castellana hecha por Garcilaso de la Vega al introducir el estilo italianizante en la poesía española tomó varios caminos durante el Segundo Renacimiento. Todas las estéticas que hemos visto tienen en común el gusto por la sencillez. Sin embargo, si hay algo que caracterizará a la literatura de la escuela sevillana será precisamente la huida de esa sencillez estilística. La escuela sevillana será, por tanto, aquella que acerque cada vez más su estética a la poesía ornamental, de difícil lectura, tan típica del Barroco más extremo. Aunque la temática será menos profunda que en las otras tendencias literarias, su tratamiento hará que, debido a la complejidad de la nueva poesía, la lectura exija un nivel de atención extraordinario. El máximo exponente de esta estética manierista es Fernando de Herrera.

Autor de un cancionero que sigue los pasos de Francesco Petrarca, este poeta sevillano muestra preferencia por la que se considera estrofa clásica por excelencia: el soneto. Se dice que consiguió llevar el soneto a la cumbre de la poesía, puliendo su estructura y afilando su arquitectura. El poeta y crítico literario Dámaso Alonso hablaría de "su abrumadora sonetada". Esta forma de composición y su admiración por el gran poeta italiano Petrarca lo conducen a elaborar un cancionero cuya estructura está marcada por una relación amorosa ordenada como un calendario. Su estilo es signo del manierismo, debido al gusto por la complejidad formal, a su preferencia por la estrofa larga y su carácter intelectual. 

Por tanto, la poesía de la escuela sevillana contrasta extraordinariamente con el resto de la literatura de la época, como puede verse en el siguiente soneto, en que aun con el mismo tema amoroso que abunda en la obra renacentista, el tratamiento convierte el texto en algo cercano a un enigma:

Osé y temí, mas pudo la osadía
tanto que desprecié el temor cobarde;
subí a do el fuego más me enciende y arde
cuanto más la esperanza se desvía.

Gasté en error la edad florida mía,
ahora veo el daño, pero tarde,
que ya mal puede ser que el seso guarde
a quien se entrega ciego a su porfía.

Tal vez pruebo -mas, ¿qué me vale?- alzarme
del grave peso que mi cuello oprime,
aunque falta a la poca fuerza el hecho.

Sigo al fin mi furor, porque mudarme
no es honra ya, ni justo que se estime
tan mal de quien tan bien rindió su pecho.

El estilo cultivado por Fernando de Herrera será decisivo para la poesía culteranista del Barroco, debido a la hondura que produce el verso de construcción retórica y compleja arquitectura. Será Góngora el continuador de esta tendencia en el siglo XVII, llevándola a su máximo extremo.

viernes, 6 de febrero de 2015

Actividad 4: La poesía de Fray Luis de León

A partir del siguiente texto de Fray Luis de León explica las características principales de la poesía ascética, identificando los rasgos de la escuela salmantina y sus diferencias con respecto a la poesía mística.

ODA I 
VIDA RETIRADA

¡Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal ruïdo, 
y sigue la escondida 
senda, por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido;

 Que no le enturbia el pecho 
de los soberbios grandes el estado, 
ni del dorado techo 
se admira, fabricado 
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

 No cura si la fama 
canta con voz su nombre pregonera, 
ni cura si encarama 
la lengua lisonjera 
lo que condena la verdad sincera.

 ¿Qué presta a mi contento 
si soy del vano dedo señalado; 
si, en busca deste viento, 
ando desalentado 
con ansias vivas, con mortal cuidado?

 ¡Oh monte, oh fuente, oh río,! 
¡Oh secreto seguro, deleitoso! 
Roto casi el navío, 
a vuestro almo reposo 
huyo de aqueste mar tempestuoso.

 Un no rompido sueño, 
un día puro, alegre, libre quiero; 
no quiero ver el ceño 
vanamente severo 
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

 Despiértenme las aves 
con su cantar sabroso no aprendido; 
no los cuidados graves 
de que es siempre seguido 
el que al ajeno arbitrio está atenido.

 Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo.

 Del monte en la ladera, 
por mi mano plantado tengo un huerto, 
que con la primavera 
de bella flor cubierto 
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

 Y como codiciosa 
por ver y acrecentar su hermosura, 
desde la cumbre airosa 
una fontana pura 
hasta llegar corriendo se apresura.

 Y luego, sosegada, 
el paso entre los árboles torciendo, 
el suelo de pasada 
de verdura vistiendo 
y con diversas flores va esparciendo.

 El aire del huerto orea 
y ofrece mil olores al sentido; 
los árboles menea 
con un manso ruïdo 
que del oro y del cetro pone olvido.

 Téngase su tesoro 
los que de un falso leño se confían; 
no es mío ver el lloro 
de los que desconfían 
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

 La combatida antena 
cruje, y en ciega noche el claro día 
se torna, al cielo suena 
confusa vocería, 
y la mar enriquecen a porfía.

 A mí una pobrecilla 
mesa de amable paz bien abastada 
me basta, y la vajilla, 
de fino oro labrada 
sea de quien la mar no teme airada.

 Y mientras miserable- 
mente se están los otros abrazando 
con sed insacïable 
del peligroso mando, 
tendido yo a la sombra esté cantando.

 A la sombra tendido, 
de hiedra y lauro eterno coronado, 
puesto el atento oído 
al son dulce, acordado, 
del plectro sabiamente meneado.

Fray Luis de León

jueves, 5 de febrero de 2015

La escuela salmantina: Fray Luis de León

La escuela salmantina es una de las corrientes estéticas que surgen a partir de la renovación lírica del Renacimiento. En esta rama de la evolución literaria, con las mismas características formales y estilísticas que la lírica del Primer Renacimiento, la poesía se centra en una temática moral y religiosa, aunque no desde el punto de vista de la mística. Se trata de una poesía ascética, representada sobre todo por Fray Luis de León (1527-1591), que se preocupa por reflejar la condición mundana del ser humano y reflexionar sobre la manera de alcanzar la perfección espiritual.

La obra de Fray Luis de León surge como una reinterpretación de la poesía latina, en concreto de las Odas de Horacio. Cultivador del tópico del beatus ille, Fray Luis trató de definir en su obra un lugar retirado de la multitud donde el hombre dichoso puede descansar en paz y armonía, logrando así la perfección espiritual que persigue el ascetismo. La lírica está dotada de un estilo llano, libre de adornos retóricos, y utiliza un lenguaje conciso que permite la expresión de la sencillez misma anhelada por el poeta. Asimismo, la sencillez se obtiene gracias al empleo de una estrofa corta que acerca la lectura al discurso oral. 

¡Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal rüido 
y sigue la escondida 
senda, por donde han ido 
los pocos sabios que en el mundo han sido! (...)

Vivir quiero conmigo, 
gozar quiero del bien que debo al cielo, 
a solas, sin testigo, 
libre de amor, de celo, 
de odio, de esperanzas, de recelo.

Este fragmento de la Oda I - Vida retirada, en el que confluyen todas las características de la escuela salmantina, representa la obra y el pensamiento de Fray Luis de León acerca de la perfección moral. Su labor para la poesía religiosa será de capital importancia para la historia de la literatura española.